¡ALABA’O, LOS YANQUIS LE METIERON EL OTRO PAPAZO!
Por Andrés Pascual
Están abusando con “el mejor beisbol del mundo y el más libre”, por un lado pa’ casa sin consuelo y por el otro un par de “fugados” en los Panamercanos de Canadá.
Hay dos cosas sobre las que el tirano no acaba de “reflexionar”: la muerte de Conrado Marrero y la decadencia del beisbol criollo, en lo segundo TENDRÍA que hacer hincapié en su responsabilidad por el desastre del beisbol nacional, QUE NO PODRÍA EXPLICAR si no concede la destrucción del país, NUNCA LO HARÁ.
¿Sabe por qué no escribe sobre los problemas del beisbol? Porque es el culpable asbsoluto de la hecatombe y lo sabe, pero no puede culpar a nadie, no aparecen los fantasmas tradicionales que se encargan de autoflagelarse. A continuación, del Diario las Américas, un breve comentario de la 2da banderilla que le clavaron los ayer imperialistas a la novenita de la tiranía a eventos internacionales (foto Nate Smith, pitcher americano que los apabulló):
Sin embargo, piensan alquilar sus peloteros a “ligas extranjeros de época de frío” (si allá hablan a su manera yo debo hacerlo a la mía), es decir, especie de intercambio de mutuo beneficio, mientras mantienen la bandera de PROFESIONALES NO y es verdad, si no existe una liga acreditada no hay profesionalismo en el país.
El caso es que no ganan, aunque la afectación de lo moral en el país inició en 1961, la forma como se han desencadenado los acontecimientos negativos para la sociedad en los últimos años, no auguraba nada bueno: limosneros en las calles que todavía añoran el período “soviético” y a Fidel; sin calidad de vida decente y el país afectado por una infectocontagiosa que no pueden superar…
Así no era posible ganar en el deporte que fue nacional, lo que represente al país debe ser limpio, pulcro, el beisbol castrista representa la suciedad política, la corrupción, la indecencia…por eso se fueron sin medallas en Toronto.
Como que la erosión total de los valores ciudadanos lleva su tiempo, hay países de la región que van rumbo al abismo por el que obligó el castrismo a despeñarse, no solo al beisbol, sino a lo que se conoció como la República de Cuba.
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